12 enero 2014

Traditional Japanese school


 
 

6/14


Continuamos el recorrido por tierras japonesas adentrándonos en el Japón más profundo, esas tierras donde apenas uno se cruza con algún coche y en las cuales animales de lo más variopinto son practicamente los únicos habitantes de la zona.

Amanece con el día nublado y de nuevo nos subimos al Mazda Demio para recorrer unos cuantos kilómetros desde la zona donde estábamos alojados hasta llegar al lugar explorado.

Este lugar fue el último visitado durante este tour de 16 días por aquellas tierras y enorme fue la satisfacción que nos dio poder acceder a el, ya que uno de los objetivos era poder visitar alguna escuela tradicional de las múltiples que hay por allí abandonadas, y que todavía conservase todo el mobiliario de la época.

Dicho y hecho.

Hubo suerte, de hecho en todo el viaje y durante todos los días podemos decir que tan solo hubo un fail y porque al igual que en España estaban sacando chatarra.

Comenzamos el recorrido haciendo un stop en una cuneta para fotografiar esta curiosa presa, la mañana en esta zona acompañaba, cielo nublado, amanecer, carreteras vacías...








Salimos de esta zona para ya adentrarnos en lo profundo de la selva japonesa. Preciosos los colores otoñales que el paisaje nos brindaba.






Decidimos hacer otro stop en una de las carreteras de montaña para fotografiar el paisaje cuando de repente mientras tomábamos fotografías a nuestra espalda escuchamos movimiento y unos sonidos un tanto extraños, como si fueran chillidos de monos. Ante esto decidimos meternos de nuevo en el coche y continuar camino por aquella carretera de montaña toda llena de orquillas a izquierda y a derecha.


La sorpresa fue mayúscula al girar una de las siguientes orquillas cuando de la nada se cruza ante el coche una familia entera de simios, huyendo de nuestra presencia. En las siguientes fotografías realizadas rápidamente con el Ipad se pueden observar.




Ahora sí llegamos a una aldea con practicamente una veintena de viviendas a semejanza de los pueblos de montaña asturianos, tradicionales y dedicados a la agricultura. Aparcamos el coche y con toda la naturalidad del mundo como siempre en este país, nos adentramos en el lugar, que para variar allí como todos siempre están abiertos y sin vandalismo practicamente, vamos igualito que por aquí.

Lo primero de todo que nos encontramos nada más acceder al edificio de la escuela es el zapatero, donde los alumnos dejaban su calzado y para andar por el interior debían de ponerse el propio del edificio. Curioso cuanto menos encontrarnos con todo el zapatero llena de calzado.



En las estanterías decenas y decenas de ejemplares de libros se acumulaban haciendo frente al paso del tiempo, y de nuestras miradas.





Llegamos al área de las clases, totalmente impolutas.


Esta en concreto con la pizarra de pentagramas era la de empleada para las clases de música de los niños. Seguramente en esta escuela los alumnos tendrían diversas edades yendo todos juntos a clase, como sucedía en España años y años atrás en las zonas mas rurales.


Salimos a los pasillos, al fondo de uno de ellos acumulados un montón de futones, las camas típicas japonesas.





Pasamos a ver otra de las clases, toda llena de material acumulado cuando al girar la vista en la última puerta del pasillo nos encontramos con una clase totalmente equipada, completísima, la joya de la corona de esta escuela. Nosotros mientras tanto alucinando ya que estaba para empezar a dar las clases practicamente.







Dejamos atrás esta zona de la escuela para llegar hasta las antiguas cocinas.




En su interior todavía se encontraba todo lo necesario para hacer servir de la comida a los alumnos del centro.



Y para finalizar el recorrido nos adentramos en el gimnasio de la escuela, al igual que toda la escuela construido con madera.




Recordar que se pueden visualizar el resto de reportajes sobre los lugares explorados en este viaje en los siguientes enlaces o bien, en la columna derecha de la web en su apartado correspondiente.

Un saludo, espero que guste y nos vemos en otro lugar.


JAPAN URBEX TOUR 2012


2/14  ATN Clinic
3/14  Seminar House
4/14  M-Clinic


4 comentarios :

  1. Muy buen reportaje y bien explicado un viaje compañero inolvidable que hicistes en Japon y todo intacto alli se respeta mucho los abandonos,un saludo .

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Allí nada que ver con esta zona, eso está mas claro que el agua, pero ni tan si quiera con lugares de Europa. Es otra mentalidad totalmente distinta y que ojalá fuese por aquí igual, seguro que iria mejor a todos para todo.

      Un abrazo.

      Eliminar
  2. Desde luego un recorrido inolvidable,que envidia más sana me das.Debe ser increible Japón con esos paisajes,esas carreteras,costumbres,naturaleza o esos carteles de carretera que no hay un Dios que entienda,sumado a las letras,he observado que incluso en uno dibujan un pájaro... que bueno!. Por otro lado indiscutible calidad la del reportaje del resort en la isla,hago bien en imaginar como deberíais ir en esa barquita. Sobre la escuela de la últma entrada que decir... maravillosa!. Da gusto el respeto de estas gentes respecto al visitante o los abandonos.Uno de mis viajes planeados para espero no mucho será algo parecido a esto,no se si 3000 kms. o menos,pero por Europa del Este. He estado por allí,no de urbex,aunque si se terciaba... y esos paises,merecen unas semanas dedicadas a lugares así indiscutiblemente.
    Las fábricas de Bosnia son alucinantes,aun se usa mucho las maquinas de vapor en ellas o incluso en sus trenes.Serbia,Montenegro...que decir!,parece que estas en los años 60.Rumania,Ucrania (aunque ahora mejor no ir por Kiev) harían el resto del viaje una experiencia única para siempre...
    No molesto más,me han encantado los reportajes,y voy a estudiarme su blog a conciencia, un placer leerle y un saludo desde Madrid! =)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La verdad es que sí, es envidiable el respeto por lo ajeno que allí tienen, le queda tanto por aprender de allí al mundo occidental...

      Europa del este es una autentica mina de lugares, una pasada, aunque según qué zonas no las veo totalmente seguras y ante eso prefiero evitarlas con tantos otros lugares que hay por ver y a los que viajar.

      Gracias por pasarte, un saludo!.

      Eliminar