22 octubre 2013

Abandoned resort - Waterhotel


 
 

5/14


De nuevo, después de un año desde aquellas memorables fechas e inolvidable viaje, volvemos a tierras japonesas para esta vez vivir una experiencia de exploración totalmente diferente al resto y completamente apasionante. Tres personas en un Japón donde salvo contadas personas en las grandes ciudades saben hablar inglés nos desplazamos a uno de esos destinos marcados como preferentes a la hora de planear el viaje.

La experiencia ya de por sí sola merecía la pena, hubiera suerte o no. Teníamos que recorrer cientos de kilómetros para desplazarnos al área cercana y una vez allí dar con alguien que nos permitiese o nos acercarse en lancha motora a una isla cercana azotada de vez en cuando por tifones y cuyo único acceso es por mar. Para ello y para ir a este lugar decidimos emplear un día entero, desde el amanecer hasta el anochecer.

Llegamos, aparcamos y tras un rato intentando localizar a alguien lo conseguimos, el lenguaje de gestos hace mucho y un chico totalmente asombrado decide llevarnos previo paso por caja claro está. El chico creo que en su vida había llevado a ningún occidental si quiera, quizá ni visto, ya que cuando subimos a la lancha motora nos pidió que nos hiciésemos una foto con el. El alucinaba y nosotros más si cabe. Estábamos arriba de una lancha motora que nos iba a trasladar a una isla perdida donde pasaríamos todo el día haciendo fotos y que a la tarde vendría a por nosotros a recogernos y de paso a varios pescadores.

Sin lugar a dudas, el día prometía y mucho.

Comenzamos el recorrido con este vídeo reportaje del lugar, en el que se incluye parte de toda esta experiencia anteriormente narrada.


Antes de llegar la foto del viaje de rigor, todo nublado y que posteriormente se despejaría por completo.


Nos montamos en la lancha rumbo a la isla perdida, allí donde nos aguarda una gran sorpresa. Todo un resort de lujo completamente abandonado y que contaba con pistas propias de golf que hoy día la vegetación va devorando a pasos agigantados.


El chico, muy amable, y a quien previamente le habíamos enseñado una foto del resort para entendernos de que queríamos ir a hacer fotos, nos deja lo más cercano posible al resort. Las vistas desde allí eran simplemente espectaculares, ni un escenario del videojuego GTA V casi podría recrear aquello. Nosotros mientras seguíamos en una nube alucinando.


Estamos ante el objetivo, la fachada impresionante. En la parte delantera y separada de la playa de piedras por un pequeño dique se encontraba la piscina exterior del resort y que se puede observar posteriormente en fotografías o en la escena principal del videoreportaje.



Tras bordear el edificio, estamos dentro. En el interior el tiempo se detuvo por completo el día que se decidió cerrar. Sus propietarios poseían otro hotel situado en la isla principal de Japón y que también se encuentra totalmente abandonado, aunque en muchísimo peor estado.


No sería de extrañar que algún que otro cliente o trabajador se desplazase desde algún puerto cercano al resort en moto de agua. Cuanto menos extraño encontrarse con una de ellas en el interior.


Llegamos a la parte central del hotel donde se encuentra la entrada principal, el puesto de recepción y estas espectaculares escaleras que dan acceso a las plantas superiores.






Subimos directamente a la segunda planta.




Comenzamos a explorar las inmensas habitaciones, todas ellas con el mobiliario prácticamente por completo por lo que decidimos fotografiar alguna y no la totalidad ya que muchas eran similares. Las sillas sin patas no es que sean defectuosas o estén rotas, si no que son así con la idea de tener un respaldo para apoyarte cuando estas sentado sobre el tatami.



En alguna de ellas las partidas a juegos de azar eran una constante.


En esta otra sala de inmensas cristaleras nos encontramos con una pequeña ficha de un cuadro que nos acerca un poco hacia nuestro país.




Las vistas desde las habitaciones eran sencillamente espectaculares. Todas ellas acristaladas con la única protección ante el sol de unas cortinas. Esta habitación en concreto que era una suite era una absoluta burrada. Las vistas os las podéis imaginar. Apenas salimos fuera a las terrazas, ya que habían varios ejemplares de avispas asiáticas tamaño Jumanji y que parecía que veían a través de los cristales controlándonos a todo momento y por supuesto, no queríamos exponernos demasiado a ellas siendo conocedores de los efectos que puede producir su picadura. Y es que aparte de las arañas allí las avispas también son enormes. Se trata de una raza autóctona asiática que puede medir el cuerpo más de 5 centímetros de longitud y su picadura llega a matar a una persona. En el siguiente vídeo extraído de YouTube se puede visualizar estos ejemplares y se explica mejor de lo que hablo.







Pasamos a ver los baños individuales de las habitaciones, otra pasada, podrías relajarte plácidamente en una de sus bañeras con las vistas espectaculares del mar.



Cuando los diversos ejemplares de avispones se alejan, salimos rapidísimamente a la terraza, hacemos una foto y de nuevo para adentro.


De nuevo en el hall ya del primer piso bajamos a visitar el área comunitario del resort.




Y cómo no, estamos en Japón, hay que visitar el onsen privado separado por sexos. En la primera sala con los lavabos es donde los turistas se desnudan y dejan la ropa en las taquillas.



De ahí ya pasan a las duchas en las que se sientan en los taburetes y se limpian antes de acceder al onsen.



Y una vez limpios, todos dentro del onsen a disfrutar de un relajante baño frente al mar. Si pasaba en ese momento algún barco o lancha y los veía poco les importaría a ellos, están acostumbrados, al contrario que en Europa.


Salimos del onsen recorriendo los pasillos donde la vegetación empieza a hacerse su hueco para salir de nuevo al exterior y ver la piscina del complejo.




Así es como era en el pasado tras plasmar un antiguo folleto de la recepción.



Y así es como se encuentra ahora.




De nuevo en el interior y tras horas ya de exploración y fotografía, visitamos las cocinas, que se encontraban totalmente completas. Era curioso poder encontrarse con toda una estantería anexa a estas donde se almacenaban los distintos recipientes de los desayunos y las comidas, cada cual mas dispar y distinto y con decoración tradicional japonesa.



Volvemos al área comunitaria donde empieza a caer el sol que en esos momentos azotaba la parte trasera del edificio y desde donde damos se comienza a dar fin a esta inolvidable exploración.



De nuevo en el exterior, y con varias tomas más del complejo decidimos dar fin a la visita, ya que no solo merecía la pena fotografiar el resort, si no también el paisaje y el paraje que era sencillamente espectacular.




Espero que sea de vuestro agrado y no olvidéis recorrer el resto de lugares de este inolvidable viaje.



JAPAN URBEX TOUR 2012


2/14  ATN Clinic
3/14  Seminar House
4/14  M-Clinic


15 comentarios :

  1. impresionante aventura....grandes imagenes...gracias por compartirlo..me ha gustado mucho...

    ResponderEliminar
  2. Un hotel para vosotros solos? No, mejor la isla entera! Tenia ganas de ver algo mas de aquel viaje y este es un repor potente. Las habitaciones casi intactas no me interesan mucho pero el resto del complejo, sus detalles y demás son lo mejor. Buen trabajo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Además de verdad jeje, es más la experiencia y la exploración que el reportaje y las fotos en sí. Gracias compañero!.

      Eliminar
  3. Fantástico Nacho, te has explayado con este reportaje, me imagino que fliparíais con ese sitio!!
    Un saludo! :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y tanto! pero más por la experiencia y lo restante de ese día.

      Un abrazo.

      Eliminar
  4. Muy guapo Nacho!

    Cuesta de creer que un hotel así, terminase cerrado y abandonado ..

    Estando allí imagino que disfrutaríais no solo del abandono en sí, si no que también por la paz y tranquilidad que respiraríais en el ambiente en el que se encontraba!

    Menudas vistas y menudo abandono..

    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hombre si te paras a pensar solo mantenerlo ya debia de ser un pastizal y donde se localiza pues...

      Ahí lo has descrito a la perfección, la experiencia fue lo más.

      Saludos Jose!

      Eliminar
  5. Vaya telaaaaaa!!! Me encanta, sobre todo lo de la moto de agua. Me reitero. Mamoncetes. :P

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajajaja para el próximo te apuntas si quieres, que queda mucho más de media isla y más del doble de lugares por ver.

      Eliminar
  6. Grandioso lugar. Aunque a lo vivo debe de ser bestial, las fotos transportan perfectamente a ese pasado reciente desaperecido para siempre. Enhorabuena.

    ResponderEliminar
  7. Joder!!! Me quito el sombrero...
    Un auténtico privilegio haber podido disfrutar de un sitio así!!! Se me cae la baba...

    ResponderEliminar
  8. Hola, qué hermoso hotel y todas las habitaciones tenían una vista espectacular, de verdad me siento muy triste de que lo hayan cerrado!
    se hizo tan bien, deberían rescatarlo y hacerlo como otro sitio turístico por que realmente es bello y tiene una vista impresionante... aparte, mala suerte de los dueños que tuvieron 2 hoteles y los 2 los cerraron jeje pero así son las cosas! excelente fotografía!

    ResponderEliminar